Cine como realidad virtual


Cine y vida, cine y política, cine y filosofía, cine en la realidad y cine en la ficción.

jueves, 10 de junio de 2010

Fort Apache.


Me he vuelto a emocionar viendo "For Apache".
¡Qué grande Ford y qué grande Wayne!
Henry Fonda está sublime en el papel de militar orgulloso, megalómano y díscolo.
Resulta inevitable no ver las semejanzas entre el coronel Owen Thursday (Henry Fonda) y la figura mítica del general Custer, ambos arrogantes, inconscientes, neciamente soberbios.
De hecho, el final de "Fort Apache" (1948) recrea, sospechosamente, una masacre similar a la de "Murieron con las botas puestas" (Raoul Walsh, 1941).
Sin embargo, mientras Walsh apostó por una idealización de la figura de Custer, como héroe valeroso sin mácula, Ford optó por mostrarnos un coronel Thursday humano, demasiado humano y lleno de flaquezas.
Ford corrigió a Walsh, pero disimuladamente, que tampoco era cuestión de matar mitos ni de cargarse la épica como acostumbra aquí, en nuestras dolorosas Españas, la infame retroprogresía revanchista.
Así, al final del film, en vez de ensalzar y magnificar la figura del héroe individual, como Walsh hiciera falseando la historia de "Little Big Horn", Ford prefiere mostrarnos unos hechos reales, crudos y nudos, donde la inconsciencia de un único hombre lleva a muchos a la muerte.
Sin embargo, al final de la película se le rinden honores al coronel irresponsable pero, sobre todo, al regimiento, al ente orgánico colectivo que hace posible las grandes gestas, ya sea bajo el mando de hombres brillantes o mediocres.

- Siempre recordamos a los Thursday de turno, pero nadie recuerda el nombre de los demás héroes anónimos que junto a él cayeron, lamenta un periodista tras la masacre.
- ¡Se equivoca!, contesta enérgico y convencido Wayne. Cambian los rostros y los nombres, pero el recuerdo del regimiento seguirá vivo, hoy y dentro de 50 años.

Y, como no podría ser de otra manera, la valiente película de Ford, a pesar de mostrarnos primero la cruda realidad, acepta la necesidad de mantener viva la épica y el reconocimiento de los valores castrenses; una necesidad VITAL y humana que proyecta a los seres humanos hacia el futuro en la creencia de que vale la pena vivir, luchar y morir por loables ideales.

Saludos.

PD: en la fotografía puede apreciarse a Thursday, junto a los últimos restos de su regimiento masacrado, esperando la última carga de los apaches que habría de acabar con sus vidas. ¿No recuerda demasiado a la escena de "Little Big Horn" en "Murieron Con Las Botas Puestas?

1 comentario:

Noctas dijo...

Dime ignorante pero de Walsh conozco su faceta de director de cine negro..me equivoco? en todo caso me ha dejado anonanando tu gran crítica...saludus