Hace poco vi 2012, una película que, según parece, ha pasado con más pena que gloria por el cedazo de la sesuda crítica.
Sin embargo a mí me gustó, es más, me ENCANTÓ y EMOCIONÓ. ¿Qué más se le puede pedir a una buena película?
El problema de las diferentes percepciones o perspectivas ante una misma realidad (o película como en en el caso que nos ocupa) es el mismo de siempre, y se encuentra más centrado en cada individuo, en la clase de persona que éste sea, que en la realidad o en el film en sí mismo.
Mi deleite siempre suele ser "doble" cuando veo una película que me gusta. Primero porque la siento, la disfruto y no puedo evitar imaginar peregrinas asociaciones y analogías que enriquecen su visionado y, segundo, porque después buceo por internet e intento contrastar mis percepciones, y opinión de la misma, con otros críticos, por supuesto mucho más doctos que yo en la materia.
Ahí va la crónica de un deleite que recomiendo fervientemente:
Mientras veía la película.
Cuando veo una película apenas me fijo en los detalles técnicos, efectos especiales y demás juegos pirotécnicos que son, tan sólo, la necesaria "salsa" para degustar un buen plato nutritivo cargado de vitaminas emocionales y proteinas intelectivas.
No, yo apenas me fijé en los espectaculares efectos especiales mientras veía 2012, entre otros motivos porque éstos lo inundaban todo, con lo cual me resultó más fácil centrarme en la psicología de los diferentes personajes.
Nada más empezar la película me di cuenta de que el guión era clavadito a un clásico de la SF:
Cuando los mundos chocan (muy recomendable, por cierto)
Lo interesante en una película de "catástrofes", como en una de zombies, es contemplar las diferentes reacciones de los distintos seres humanos ante un mismo y trágico destino final.
Genial estuvo el personaje de Woody Harrelson, un actor que cada día me gusta más y que en "Zombieland" estuvo que se salía. Harrelson interpretaba al típico loco apocalíptico a quien nadie cree, pero que finalmente resulta tener más razón que un santo en sus peregrinas teorías "conspiranoicas" (ya veremos qué nos deparará el futuro respecto a nuestro 11-M...)
El resto de los retratos psicológiocos también son muy buenos, desde el irredento egoísta que, finalmente, sacrifica su vida por tal de salvar la de sus hijos, pasando por el político sin escrúpulos para quien todo vale y, por supuesto, la presencia de los bienintencionados defensores del bien que acabarán triunfando.
A un apañó de bien, como el que suscribe, no se le pasó por alto un detalle importante, pues al comenzar la cadena de sucesos catastróficos se puede ver cómo son destruidos todos y cada uno de los símbolos más emblemáticos de la Civilización, desde la Casa Blanca y la Torre Eiffel hasta el Cristo redentor de Río de Janerio, la Basílica de San Pedro o un templo budista.
¡Cojones, me dije, ninguna mezquita ha sido víctima del fin del mundo!
Buceando en internet.
Y aquí quería llegar, como en tantas otras ocasiones, para señalar la constante amenaza que supone el Islam para la Civilización Occidental.
Ni siquiera en una gran película de elevado presupuesto tuvieron COJONES de ser leales al mensaje que pretendían dar, es decir:
si desaparece el mundo desaparecen con él todas y cada una de sus civilizaciones, maneras de entenderlo e interpretarlo.
Pues resultaría que no, oigan, que el Islam permanecería sempiterno y orgulloso todo él y sobreviviría al fin de los tiempos, ya que como manifestaron los directores y productores de 2012 no iban a "jugársela" escenificando la destrucción de la Kaaba para que el mundo islámico les montara una
fatwa (pronunciamiento islámico contra lo religiosamente incorrecto)
Me beso a mí mismo cada vez que me fijo en esos pequeños detalles, imperceptibles para el común de los mortales, pero que son tan importantes para señalarnos cuán derrotados y acabados estamos, castrados en definitiva, en Occidente.
Saludos.
PD: toda la película está inspirada en una profecía maya que señala el fin del mundo en el año 2012. Y como de profecías iba el asunto, escribí este post con la música de fondo del tema
"Prophecy", de los atronadores Iced Earth.