Cine como realidad virtual


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lunes, 7 de diciembre de 2009

La vida ante sus ojos.


La vida ante sus ojos es una peli rara, sin duda pretenciosa, absurda e incoherente en opinión de muchos (mi mujer, por ejemplo) pero aceptable e incluso "buena" para otros tantos, entre quienes me incluyo.
La película, desde luego, no deja indiferente al espectador, ya sea provocándole un incontenido acceso de ira (de nuevo mi mujer) o dejándole perplejo, pensativo y algo confuso para acabar preguntado: "¿eso es todo? ¿Así acaba?" (éste fui yo).

Pues sí, a pesar de todo a mí me gustó, principalmente por cumplir dos criterios imprescindibles, a saber:

- Su trama, en verdad llena de "lagunillas", me impidió quedarme dormido en el sofá como viene siendo habitual, no tanto por ser un viejuno, obligada aclaración, como por el hecho de que últimamente las películas que veo se me antojan soporíferas y aburridas. Primer punto, pues, a su favor: estimula la mente y despierta el seso, que diría Manrique, haciéndonos contemplar cómo se pasa la vida y cómo se viene la muerte, tan callando, de una joven adolescente.

- Sin embargo, "la vida ante sus ojos", aun faltándole algo más que un hervorcillo para ser una obra redonda, algo más que buenilla o "pasable", resulta una magnífica vía de catarsis emocional. Estamos ante una película para sentir, pero sobre todo para evocar vivencias y recuerdos aletargados en nuestra memoria.
¿Se le puede pedir más a una obra cinematográfica?

Supongo que mi mujer, aficionada desde jovencita a la lectura de novelas policiacas (Aghata Christie sobre todo) no pudo evitar sentir la frustración de su analítico y en exceso racional hemisferio izquierdo, tan dado él a diseccionar meticulosa y racionalmente la realidad.

- ¡Es absurda!, exclamó visiblemente airada al terminar la película.

Yo defendí la peli como buenamente pude, intentándole explicar el malabarismo genial del director al hacer que la vida pasara ante los ojos de una joven justo antes de morir, pero no su vida pasada como suele ser habitual, sino una hipotética vida futura que habría de tener en caso de sobrevivir a su destino fatal, ¡he ahí la genialidad! (inevitable no recordar "la última Tentación de Cristo")
Vale, reconozco que la peli, "genialidades" incluidas, apenas logra el difícil objetivo de hacerle ver al espectador medio sus "complejas intenciones", pero a mí ya me valió su visionado para evocar y deleitarme en los recuerdos de mi pretérita juventud.
Así, recordé a mi antigua profesora de filosofía, de la misma manera que la protagonista recordaba insistentemente, durante el film, a un profesor que marcó su vida.
Pero recordé, más concretamente, un libro cuya lectura nos recomendó mi díscola "profa": "Justine", del pervertido "Divin Marquis".
Y es que, viendo "la vida ante sus ojos", resulta también del todo imposible no ver "las vidas paralelas" de sus dos protagonistas con las dos hermanas tan dispares que retratara Sade en su "Justine": la justa y la pecadora.
Si tuviese que ser osado, que a fe mía lo soy, diría que "la vida ante sus ojos" es una moderna adaptación de "Justine", pero con un giro inesperado en el desenlace final, muy del gusto del catolocismo redentor de pecadores y salvador de almas.
También recordé a mi amigo del alma, tan diferente a mí, ahora erudito catedrático y reconocido escritor; evoqué la rebeldía de mi juventud, rockero indomable, que en absoluto "casaba" con su carácter virtuoso y dócil de buen cristiano, pero ésa ya sería otra historia...

Saludos.