Cine como realidad virtual


Cine y vida, cine y política, cine y filosofía, cine en la realidad y cine en la ficción.

sábado, 17 de octubre de 2009

Katyn, "la verdad" bolchevique.


Acabo de ver los 15 minutos más espeluznantes del cine actual: La última escena de "Katyn", que recrea el genocidio perpetrado por el ejército rojo, durante la invasión de Polonia, contra 22.000 oficiales polacos.
La extinta URSS sólo reconoció semejante barbarie en 1990, después de haber intentado inculpar a los nazis de tan brutales crímenes durante los juicios de Nuremberg.
¿Cuándo reconocerán nuestros "buenos" rojeras los Paracuellos, checas y viles asesinatos (sacas) que protagonizaron durante nuestra GC al grito de ¡viva la URSS!?
Dicen que la historia la escriben los vencedores, pero nuestros inmorales rojeras nos están demostrando que también la pueden "reescribir" los cobardes revanchistas; aquellos que prohiben homenajes literarios a grandes escritores por haber sido falangistas (Foxà), o que destierran la memoria del Alcázar por tal de borrar los innobles actos que cometieron los subversivos revolucionarios, pero también para borrar de la historia la grandeza de quienes fueron españoles de bien.
Ahora, nuestros resentidos, quieren declarar nulo el juicio al traidor Lluís Companys, sin preocuparse de los otros "juicios" que acabaron con la vida de José Antonio, Maeztu y otros tantos buenos españoles.
Mientras en "Katyn" su director, Andrzej Wajda, nos recuerda el sacrificio de los oficiales polacos, asesinados mientras se aferraban a sus rosarios y entonaban sus últimas plegarias, Amenábar, fiel heredero de los rojeras saqueadores de templos y asesinos de clérigos, vuelve a insistir en el mensaje ateo de sus correligionarios, aunque para ello deba pervertir la historia como hace en Ágora.

Saludos.